Este curso, “El lugar del encuentro, la aventura del amor”, ofrece un itinerario de educación al amor para ayudar a los jóvenes a descubrir la belleza de la entrega mutua y la búsqueda de la felicidad a través de la entrega del cuerpo y del espíritu. Por medio del lenguaje corporal, la sexualidad y los afectos se revelan como dinamismos para vivir una existencia en plenitud en la cotidianidad de la vida.
El proyecto es una herramienta que ayuda principalmente a los jóvenes en algo que toca a cada persona en lo íntimo de su ser: “aprender a amar para ser feliz”. Es en definitiva lo que ansía y quiere toda persona: la felicidad.
Las finalidades que se proponen son, ayudar a los jóvenes en la ‘aventura’ del amor algo central en sus vidas. Aportar conocimientos y herramientas a los pedagogos en estas materias e igualmente provocar un diálogo enriquecedor entre las personas que de un modo u otro están relacionadas con la educación a la sexualidad.
El recorrido dividido en seis unidades quiere dar una educación integral a los jóvenes para desarrollar armónicamente la dimensión afectiva sexual a través de decisiones y etapas maduradas progresivamente
En cada una de dichas unidades se ofrece una guía para el formador, fichas para el alumno, y actividades “complementarias” que ayudan a la formación como es el cine. Una exposición de películas que se corresponden a cada unidad y a cada franja de edad es ofrecida en el proyecto. Este particular, hace muy atractivo y pedagógico los contenidos que se desean transmitir.
En las primeras unidades se intenta exponer las bases antropológicas adecuadas y necesarias para construir una vida conforme al proyecto de Dios sobre la sexualidad.
Concretamente, en la vocación al matrimonio y a la familia como en la vida consagrada, la sexualidad y el mundo de los afectos deben ser educados para que ayuden a las personas a vivir en plenitud. Y lo harán integrando adecuadamente, es decir, humanamente, en sus vidas la vocación recibida de Dios la cual compromete de forma distinta la sexualidad
En definitiva a construir una comunión de vida y de intentos en algo importante para la felicidad futura de muchos jóvenes. El simple hecho de que la afectividad y la sexualidad van integradas en la educación y en el desarrollo de la personalidad es ya algo en si positivo.
El curso está pensado para las diferentes edades de la adolescencia y juventud y aunque es cierto que las unidades se distinguen por edades, pero es igualmente cierto que no todos los chicos y chicas, aun teniendo la misma edad biográfica, se encuentran igualmente desarrollados.
Pero no solamente a ellos va dirigido el proyecto. También al enseñante o pedagogo que intenta transmitir no solamente contenidos, sino experiencias, estilos de vida, recursos de comunicación
Por pedagogo, no entendemos solo el profesor de la escuela o del colegio sino también los padres en las familias en primer lugar, los catequistas en las parroquias, los movimientos y asociaciones ecleasiale y civiles que trabajan en el campo familiar, en definitiva un público muy amplio que puede utilizar, desarrollar, enfatizar lo que consideren oportuno en sus circunstancias concretas porque cada persona y cada joven es único.
Todo el curso es totalmente gratis.
España. Español – Italiano – Francés – Portugués
En este sentido, el curso prevé una guía para el enseñante, unas fichas para el alumno y actividades complementarias como por ejemplo el campo del cine
El proyecto contiene 6 unidades:
Como vemos, se parte de la persona que el en curso se presenta a través de la imagen de la tienda. Para montar una tienda es necesario conocer sus elementos: la lona, las piquetas, los palos y varillas, la puerta, el sobretecho etc., cada unidad del proyecto reflejará un elemento en la construcción de la tienda que a su vez favorece un espacio físico y espiritual.
Es importante conocer cada elemento y su utilidad y cómo se relacionan entre ellos para dar consistencia a la tienda y poder así responder a su finalidad: ser una pequeña casa portátil, un lugar de encuentro.
La construcción de ese lugar del encuentro es central para vivir una comunión de afectos, de proyectos, de vida. Hemos creído que la imagen de la tienda refleja ese sentido de construcción progresiva en el tiempo. Al final del recorrido, los jóvenes habrán adquirido herramientas suficientes para poder plantearse dos preguntas que encabezan el itinerario: ¿dónde pongo mi tienda? Y ¿con quién?