La comunidad Goodlove ha sido creada por un grupo internacional de laicos, expertos en diferentes campos, con el objeto de promover una formación afectivo sexual para jóvenes de todo el mundo, alineada con el Magisterio de la Iglesia Católica.
La comunidad pone a disposición de los padres de familia y formadores los mejores recursos y programas a nivel nacional e internacional.
El signo de infinito en el logo de Goodlove representa perfectamente las características de un verdadero amor entre hombre y mujer, eterno, complementario…
En 2017, como respuesta al desafío lanzado por la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia en los temas de educación afectivo sexual, expertos de 12 países se reunieron en el Vaticano para debatir acerca de la necesidad de proveer asistencia a padres de familia en la formación afectivo sexual de sus hijos.
Después de este encuentro, surgió la idea de crear la Fundación Goodlove, con el afán de promover en todo el mundo una formación afectivo sexual alineada con el Magisterio de la Iglesia Católica.
Para poder conseguir este objetivo la Fundación decidió crear la comunidad Goodlove, lugar de encuentro e intercambio para todos los que estén comprometidos en dar a los jóvenes una educación para el amor acorde con los valores y la antropología católica.
Perú – Venezuela – Chile – México – Puerto Rico – Rep Dominicana – Gran Bretaña – Kenia – Francia – Alemania
La Fundación Goodlove es la responsable de garantizar que los programas y materiales que se incorporen a la Comunidad Goodlove son aquellos que responden al Magisterio de la Iglesia Católica y que sirven para que los jóvenes puedan descubrir su auténtica vocación de amar.
“Esperamos que la Fundación pueda ser una herramienta válida para ayudar a las familias en la educación cristiana de sus hijos, en el pleno respeto de la antropología cristiana y la enseñanza de la Iglesia “.
Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida. Ciudad del Vaticano
La Fundación está organizada geográficamente en Capítulos, con el objetivo de invitar a la comunidad a programas de educación afectivo sexual de sus regiones, promover la comunidad en sus Diócesis y Parroquias y conseguir fondos para cubrir las necesidades financieras de la comunidad.